Lo de los bosques de hayas es un espectáculo y no sólo en otoño. Algunos de ellos van más allá de la filigrana de colores otoñales y ofrecen un regalo en las formas y texturas. Ahi van dos imágenes que pienso que lo evidencian.
(Trípode, 100 mm., 0´5 seg., f 18, polarizador)