Yo no. La luna. Yo observaba "cómodamente" desde el sur a 27 kilómetros en linea recta. Pero no penséis que fotografiar la luna está exento de riesgos. Ni mucho menos. para esta sesión fotografica, fue pisar la calle en Isaba con todo el equipo a cuestas y pegar un resbalón sobre los adoquines helados para caer de espaldas sobre un charco que me empapó toda la culera. En un habilidoso gesto, probablemente heredado de mi curtida experiencia de la mili hace.... 38 años, hice "la croqueta rodadora" con tirabuzón incluido para, de nuevo, caer de morros en otro charco helado. (teta izquierda en proceso de congelación)
Bien. Con este bagaje inicial, de máximo riesgo como podéis ver, afronté la sesión fotográfica del domingo por la tarde.
Desde el Alto de las Coronas, la cosa se se hizo más amable y, aunque el frío era intenso entre la nieve, hacía mucho menos viento que en el puerto de Belagua a donde, en principio, había pensado acudir. Desestimé subir hacia el Refugio de Belagua porque desde las webcam de la zona la niebla era tremenda.
La vista del pirineo navarro y aragonés desde desde Las Coronas es simplemente espectacular y con las cimas nevadas aún destaca más.
Se daba una atmósfera visualmente muy sucia pero ni una nube en el horizonte.
Todo preparado a la espera de la salida de la luna llena en plena "hora dorada" y con todas las cumbres vestidas con la última luz solar. Arranca esa luna enorme desde detrás de Peña Forca (2.390 mts.) para subir por el costado de Lenito (2.339 mts.) y lanzarse al cielo ya sin la competencia del sol y ascender sobre el resto del pirineo aragonés.
Un espectáculo de primera. Aquí os dejo estas tomas.
Enhorabuena Pablo