Comienzo mi serie de entradas sobre material con un artículo... descatalogado!!.
Ya no se fabrica pero se puede encontar con facilidad en intenet.
La Tamrac expedition 7X es la mochila que uso desde hace unos doce años y que no consigo destruir.
Se trata de una mochila fotográfica de capacidad media/grande pensada para transpotar equipos fotográficos.
Para conocer sus características de tamaño y de uso, puedes mirar en la página de Tamrac
Más que un detalle minucioso de sus características, te contaré aquí mi experiencia con ella. La principal virtud que me gustaría destacar es su resistencia. Después de un uso continuado y bajo condiciones atmosféricas de todo tipo puedo decir que esta mochila no tiene un solo rasguño. La cargo en el centro con un teleobjetivo 100-300 montado en una Eos 1D. A los lados puedo poner un par de flashes, dos objetivos angulares y pequeños accesorios. Ya sabemos que siempre se puede apretujar más el material pero, ¿quién podría levantar despues esa mochila? En la parte interna de la tapa de la mochila se pueden añadir pequeños o delgados accesorios en sus tres bolsillos. En la parte exterior se encuentran otros dos bolsillos verticales en los que guardar más accesorios de tamaño reducido. Las correas de sujección al cuerpo están acolchadas y son regulables.
Por último, la tapa cuenta con otra sección para incluir un ordenador portátil y otros elementos.
Las cremalleras suelen ser el punto débil de muchas mochilas fotográficas. En este caso es otro de sus puntos fuertes. Ni un sólo problema con ellas. La impermeabilidad es francamente buena. Es una mochila con acolchados bien diseñados que protejen la espalda aún después de muchas horas de carga. En verano resulta un poco agobiante por el efecto de calor que aporta a la espalda.
La única pega que le he visto a esta mochila es el diseño, bastante frecuente en otras mochilas y marcas, del sistema de transporte del trípode que se sujeta en vertical en el centro de la tapa. La sujeción es buena pero mis dos trípodes sobresalen en exceso por encima de la mochila facilitando cierto desequilibrio. Las rótulas quedan a la altura del cogote lo que facilita enganchones en ramas y un reparto inadecuado del peso y equilibrio.
He visto sistemas parecidos de trípodes amarrados en vertical pero en un modelo de Lowepro que tuve, el problema se resolvía con el despliegue hacia abajo de una pequeña bolsa desde la parte inferior de la mochila en el que se introducían las patas del trípode y, en consecuencia, bajaba el trípode unos 15 cm. y lógicamente el centro de equilibrio resultaba mucho más cómodo. Otros modelos y marcas también incorporan el sistema como la mochila Manfrotto que puedes ver a continuación.
Una vez descatalogada esta mochila, la propia Tamrac sugiere su renovada serie Anvil, en la que el modelo Anvil 27 es el más similar aunque, por lo que veo, logra algo más de espacio en el interior y ligereza en sus materiales.
Cuando después de otros diez años consiga romperla, volveré a buscar una Tamrac similar.