Un año más me animé a "participar" en la Camile Extreme de la única manera que me permite este cuerpo: Haciendo fotos.
¿Qué pensabais? ¿qué me había dado un aire y me había echado al monte? ....Hombre... de alguna manera sí que me tiro al monte, a mi ritmoy, sobre todo, a disfrutar del espectáculo que dan estos titanes trotamontañas.
La carrera es bestial en buenas condiciones atmosféricas así que este año la prueba resultó infernal. En la punta de Ezkaurre pasamos frío y nos empapamos de lluvia y niebla. Algunos corredores se despistaron en la bajada, el suelo embarrado...
Una pasada y, al mismo tiempo, una preciosidad. Os dejo una primera entrega.