Pues ya está todo dicho. La de cosas que ocurren ahí abajo en el suelo del bosque. Ya veis. En esa mañana de domingo la señora hormiga habrá decidido salir a estirar las piernas y ni corta ni perezosa se ha plantado en lo alto del tallo. Sólo le falta sacar el bokata y ponerse a almorzar. ;)
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